Llevamos décadas viendo cómo en todos los clubes del mundo se han ido instaurando céspedes artificiales en los campos principales, llegando incluso a verlos en Primera División en los Países Nórdicos. La instalación viene dada por la dificultad de mantener un campo de hierba natural en condiciones óptimas, sobre todo en las épocas de frío o con un uso masivo, algo que sucede a menudo en clubes de barrio donde todas las categorías comparten el campo.
¿Porque se usa hierba artificial?
En la actualidad, la hierba artificial se compone de cerdas de plástico, caucho y una base sintética. Ya hemos hablado cómo el caucho para césped artificial junto a estos elementos sintéticos, hacen que se repliquen de una forma muy adecuada las condiciones de un campo de juego de hierba natural. Estos campos de tercera o cuarta generación de hierba artificial, son verdaderamente fantásticos y se alejan de esas primeras generaciones o alfombras, que sinceramente eran bastante malas.
Lo cierto es que, en primer lugar, hemos de destacar que un campo de hierba natural permite un uso diario de unas dos horas, ya que, en caso de utilizarlo más, progresivamente la hierba ira muriendo y por tanto en un tiempo determinado, tendremos un patatal. Entonces lo cierto es que para clubes con muchas secciones o categorías un campo de hierba artificial es una muy buena alternativa, e inclusive aguantará mejor las inclemencias del clima.
¿Entonces, cuál es el problema?
Los problemas vienen ya que, a pesar del avance tecnológico, aún vemos como no se consigue replicar de forma exacta, las sensaciones que obtenemos los futbolistas en un campo de hierba natural. No solo el bote del balón es diferente, sino que tampoco el espesor y la densidad de las cerdas son iguales, y por lo tanto no nos sentimos igual en un campo que en otro.
A pesar de que todos nos hemos adaptado a la hierba artificiial, como se demuestra que tenemos modelos exclusvios de botas de fútbol para hierba artificial, La hierba natural es mejor, ya que ademas de todo lo comentado, permite un recorrido del pie al hundirlo en el terreno que cuesta replicar en la hierba artificial y que también “se nota” a la hora de correr o de movernos en el campo. Por supuesto, en la hierba natural no tenemos los quemazos que se ven en hierba artificial, y las caídas en saltos tienen una amortiguación más grande si el terreno está en perfectas condiciones.
Conclusion
En conclusión, la hierba artificial es un gran aliado del fútbol moderno, y continua con la evolución de los campos de fútbol, que, junto con el material deportivo, es uno de los mayores avances de nuestro deporte. Esta hierba artificial permite que los clubes modestos tengan un campo en buen estado mucho más tiempo, y en el caso de los Países Nórdicos, se evita que la nieve o el frio extremo, cancele los partidos por el estado del terreno de juego. Sin embargo, personalmente, la hierba natural sigue siendo el terreno de juego perfecto para jugar al fútbol, como así demuestran que en los mejores campos de Primera División veamos hierba natural. Asi que amigos, en mi opinion, las botas de fútbol mixtas, el barro, y ese olor a hierba recién cortada, siguen estando, al menos de momento, un poco por encima.
