El Santiago Bernabeu ha silbado a Cristiano Ronaldo. ¡De locos! Sólo 20 días después de teñir el estadio de dorado para festejar el Balón de Oro. Pero ya sabemos que el fútbol no tiene memoria y cuanto mayor sea el nivel de un futbolista mayor es la exigencia.
Todos los futbolistas están preparados para recibir los silbidos de la hinchada rival. Pero ser silbados en tu propia casa es mucho más duro.
Pero Ronaldo no es el primer jugador con el que su afición es injusto. ¿Os parece que repasemos otros 5 casos sorprendentes de fútbolistas maltratados por sus propios seguidores? Vamos allá.
5. GERARD PIQUÉ (Selección Española)
Las motivaciones de que la afición de la Selección Española silbe a Piqué no pasan por situaciones deportivas. El rendimiento del central desde su debut ha sido impecable y sin apenas altibajos. Fueron sus manifestaciones en Redes Sociales a favor de un referedum sobre la independencia de Catalunya las que provocaron las iras de la afición. Piqué, con mucha razón, se ha defendido diciendo que él jamás ha defendido la independencia de Catalunya, lo que defiende es el derecho de la gente a votar por su opción preferida.
De todos modos el central de La Roja hizo lo más aconsejable en estos casos: tranquilizar a la afición con su juego. Piqué siguió rindiendo a un nivel altísimo, no se ha escondido a la hora de defender la camiseta de España y se ha recuperado la normalidad en los partidos de la Selección Española como loca.
4. ICARDI Y GUARIN (Inter de Milán)
Fue muy sonado el caso de los dos futbolsitas que, tras un partido que el Inter de Milán perdió 3-1 en el campo del Sassuolo, se acercaron a entregar sus camisetas a los aficionados desplazados. Pero Mauro Icardi y Fredy Guarín vivieron las iras de los aficionados del Inter. Tras lanzar las camisetas a los aficionados, éstos se las devolvieron. Cualquier seguidor mataría por la camiseta de su club usada en un partido. Por eso fue tan violento para ambos futbolistas ver como la afición rechazaba el regalo.
3. MÍCHEL (Real Madrid)
Los más jóvenes habréis escuchado hablar de Míchel, probablemente más de su versión como entrenador que como jugador. Pero conviene ponerlo en contexto. Míchel era un jugador de banda salido de la cantera del Real Madrid como parte de la legendaria Quinta del Buitre. Talentoso hasta el límite. Fintaba, centraba al aera y tenía disparo de larga distancia. Pero era frío, muy frío. Y ya se sabe que las aficiones pueden perdonar la falta de talento, pero no la falta de garra.
El 11 de junio de 1989, el día que el Real Madrid ganaba la Liga por cuarta temporada consecutiva ante el Espanyol, en el minuto 44 perdió un balón, y fue silbado por el público. El jugador madrileño se cansó de los silbidos y se fue directo al vestuario. "Que os aguante otro", murmuró el 8blanco mientras hacía un aspaviento. Se fue del campo y no se fue del Madrid porque no le dejaron.
2. RONALDINHO (FC. Barcelona)
"Ronaldinho devolvió la alegría al barcelonismo". Esas palabras pronunciadas por Joan Laporta responden al punto de inflexión que supuso para FC Barcelona la llegada del brasileño. El Real Madrid dejó de ser el club español más seguido a nivel Mundial. El planeta fútbol se tiñó de azulgrana, y todas esas camisetas llevaban un 10 con el nombre de Ronaldinho en la espalda.
Pero la última etapa del futbolista en el Barça estuvo marcada por el sobrepeso, las salidas nocturnas, las lesiones y la irrupción de un jovencísimo Leo Messi que le robaba todo el protagonismo. El mismo futbolista que unos años atrás levantaba una ovación en el campo del eterno rival era pitado en el Camp Nou.
De todos modos, tras su marcha, el público del Camp Nou volvió a valorar al jugador en una visita en 2010 con el AC. Milan. Ronaldino es parte de la historia del FC Barcelona y el barcelonismo ha sabido valorarlo.
1. IKER CASILLAS (Real Madrid)
Pocos silbidos se me antojan más injustos que los que Iker Casillas recibió durante su última etapa en el Real Madrid. El portero de Móstoles podría haber sido un "one club men" y haberse retirado con todos los honores en el club donde empezó a jugar con 9 años.
Pero su choque con José Mourinho provocó que afición se dividiese entre partidarios del portero y partidarios del entrenador. La prensa deportiva alimentó todo lo posible ese debate. Y como era de esperar ese clima social tan revuelto terminó por afectar al rendimiento del portero que durante el último año y medio en el club blanco y en la selección cometió errores puntuales que aumentaron todaví amás el cisma con un sector del madridismo,
