Con la llegada de nuevas botas de fútbol de piel natural, como las botas adidas Copa, o las Nike Tiempo Legend vemos como a pesar del paso de los años, y del cambio de tecnologías, las botas de piel siguen presentes. Por ello hoy queremos repasar su mantenimiento que como seguro que sabéis cambia bastante en relación del resto de materiales.
Preparación
Una vez terminamos el partido o un entrenamiento, lo primero que debemos hacer es limpiar nuestras botas, retirar el barro o la suciedad superficial, lo más rápido posible después de utilizarlas. ¿Cómo limpiar botas de fútbol de piel? Si hemos jugado en un terreno húmedo o estaba el campo muy mojado, es recomendable que se sequen cuanto antes, y para ello no hay nada mejor que, justo antes de meterlas al bolso o al botero, meterles periódicos, o papel en el interior para que se vayan secando.
Una vez tenemos nuestras botas limpias y secas, debemos comenzar a prepararlas para aplicar los productos necesarios para nutrir esa piel, para que quede muy, suave y esponjosa.
Nutrición de la piel
El proceso principal donde debemos poner más atención es en la hidratación y cuidado de la piel, ya que al ser un material natural, éste necesita un cuidado y mantenimiento excepcional. Lo más importante es identificar la zona de piel de nuestra bota, ya que tenemos las botas completamente de piel natural, como las botas de fútbol clásicas de adidas, o las botas de fútbol Puma King y botas con partes de piel, como las Puma One, o las Nike Tiempo.
Una vez identifiquemos la parte de piel, para nutrirla de forma adecuada debemos utilizar grasa, la cual se encargará de ablandar la piel y dejarla perfecta. Dentro de los productos de cuidado de las botas, la grasa de caballo para botas de fútbol es lo que más se utiliza y lo que mejor funciona. Recordad que, si queréis un buen mantenimiento es mejor utilizar la grasa de caballo y NO RECOMENDAMOS cremas de supermercados que a pesar de que seguro que la veis en algún vestuario, no funcionan igual.
Aplicación y Secado
Para aplicar la grasa debemos dar una capa sobre la piel de forma suave y en forma circular con un trapo. La cantidad ha de grasa ha de ser mínima, bastara con una pequeña nuez de grasa a cada una de nuestras botas. La capa de ser fina, y no es recomendable pasarse, así que ante la duda es mejor un echar de menos.
Una vez apliquemos la grasa, simplemente debemos dejar que las botas se sequen, en un lugar fresco y ventilado, lejos de radiadores y de calor directo. Y listo, ahora ya tenemos nuestras botas listas para el siguiente partido o entrenamiento, solo tendremos que ir repitiendo este proceso para tener nuestras botas perfectas, cómodas y adaptadas perfectamente a nuestro pie además de un impermeabilizado de la superficie, que se consigue por la propia grasa.