Los guantes de gama alta son productos que tienen un coste muy elevado y un período de vida útil bastante limitado.
Pero hay algunas maneras de tratar de alargar la vida útil de nuestros guantes, sobre todo teniéndo en cuenta qué acciones son las que más deterioran nuestros guantes y cómo minimizar el daño.
Paso a enumerar en orden de importancia las formas en las que el látex de vuestros guantes puede sufrir agresiones externas.
EROSIÓN
Las palmas de gama alta están formadas principalmente de látex natural, un producto que tiene un grip excelente antes cualquier superficie que presenten los diferentes tipos de balones pero con muy poca resistencia al roce contra cualquier elemento es mínimo.
Haciendo un símil con la Formula1, hay dos tipos de neumáticos, el duro que agarra poco en las curvas pero dura muchas vueltas y el blando, que es muy bueno para clasificar porque tienes un paso por curva rapidísimo debido al grip del neumático pero apenas dura un par de vueltas antes de que se desgaste contra el asfalto.
¿De qué manera se puede erosionar un guante de gama alta? Tres son los principales motivos:
- La palma entra en contacto con el suelo al caer al suelo o al levantarnos del mismo.
- El poner un guante cuando ya tenemos puesto el de la otra mano
- Subirse continuamente las medias
El segundo y tercer punto sólo desgasta la zona de las yemas de los dedos, mientras que el primer punto desgasta la base del guante.
* Una de las teorías del desgaste es que se produce del roce contra el balón, y es completamente falsa. La superficie del balón es plana y sin rugosidad alguna, por tanto la erosión que puede producir es inapreciable.
Conviene tener en cuenta que el guante, incluso con el 50% del grosor del látex erosionado, mantiene el agarre del primer día. Es un factor muy importante a tener en cuenta. Muchos profesionales utilizan sus guantes desgastados en la élite sin ningún problema:
La solución es sencilla de encontrar pero completa de ejecutar: hay que caer y levantarse sin apoyar las palmas de las manos en el suelo. Hay caídas donde es inevitable, bien por la velocidad a la que hay que ejecutar la acción, porque caemos descompensados etc etc.
Pero en gestos habituales es recomendable apoyar el puño de la mano contra el suelo, el antebrazo o el hombro antes que la palma del guante.
Al introducir la mano en el guante hay que hacerlo con cuidado evitando la zona de velcro que es muy agresiva con el látex y hacerlo poco a poco, no querer meterlo de un tirón. Disponemos además de tiradores en los guantes para ayudar a introducirlos y que pocas veces empleamos, pero que son perfectos para meter la mano en el guante sin esfuerzo.
EL AGUA
El agua es, sin duda, el agente externo que más deteriora un guante. No se apreciará a simple vista este desgaste igual que ocurre con la erosión, pero sin embargo afectará mucho más al agarre. ¿Nunca os ha pasado que la palma de un guante está a simple vista impoluta pero con una sensación de acartonamiento que reduce al mínimo el agarre? Pues es causa de una mala gestión del guante mojado.
Pese a ser el elemento más agresivo que se puede encontrar el látex, el agua es necesaria para el guante, porque la suciedad en la palma reduce considerablemente el agarre. Además durante los partidos humedecer las palmas aumenta el agarre y si llueve, lógicamente, los guantes se nos van a encharcar.
Por tanto tenemos que ser capaces de minimizar el daño que el agua le hace a un guante.
- CÓMO LAVAR UN GUANTE
Si sabemos que el agua deteriora el látex, sobra decir que hay que lavarlo las menos veces posible. A veces tras un partido simplemente humedeciendo las palmas y frotando una contra la otra, conseguimos eliminar esa capa de suciedad superficial (ni os molestéis en tratar de eliminar el color grisáceo que deja el caucho de los campos de hierba artificial, no sale de ninguna manera y no afecta al agarre).
En caso de que el guante necesite un lavado en profundidad porque está demasiado sucio y los restos de barro o similar también son dañinos para el látex además de disminuir el agarre no nos quedará más remedio que hacerlo. Es muy importante NO LAVAR NUNCA LOS GUANTES EN LA LAVADORA. Salen relucientes, aparentemente intactos... Pero hemos tocado la columna vertebral del guante haciendo un lavado a máquina. La capa de espuma que hay debajo del látex de la palma y que ayuda a la amortiguación se desintegra. El látex por su parte en seco tiene un agarre perfecto pero pierde toda la absorción de agua, por tanto convertimos un guante de gama alta en uno de terreno duro.
El proceso correcto es el siguiente:
1. Ponernos los dos guantes en las manos y humedecer las palmas debajo del grifo.
2. Echar sobre cada una de las palmas una pequeña cantidad de detergente para guantes. Si no disponéis de detergente puede servir cualquier tipo de jabón neutro para las manos, pero tener en cuenta que este jabón neutro contiene alguna sustancia que es más agresiva para el látex que el detergente especial para guantes.
3. Frotar con fuerza una palma contra la otra para que el detergente se extienda y que la fricción elimine toda la suciedad adherida al látex (se pueden frotar también los dorsos entre sí):
4. Una vez eliminada la suciedad conviene eliminar completamente el detergente del guante. Ahora sí podemos empaparlo de agua y escurrir el guante hasta que el agua que expulsa esté completamente limpia de detergente y suciedad. Escurrirlos sin miedo a que el guante se ropa o las costuras salten porque son suficientemente resistentes, además es importante evacuar la mayor cantidad posible de agua para acortar al máximo el tiempo de secado (si el guante lleva protecciones extraíbles quitarlas para realizar este paso).
5. Ahora llegamos al momento de secar el guante. Sin duda el más delicado y el más importante para que los lavados afecten lo menos posible. Enumero los detalles que hay que dar y las cosas a evitar:
- Introducir dentro del guante un par de hojas de papel de periódico (el papel de periódico es súper absorbente y ayudará a secar lo más rápido posible el interior del guante).
- Colgar los guantes en un lugar seco (en el cuarto de baño, por ejemplo, siempre hay humedad y el proceso de secado se prolonga más de la cuenta), ventilado (que no sea en un armario) y alejado de la luz directa del sol o de fuentes de calor (evitamos por tanto tenderos al aire libre, radiadores o secadores de cualquier tipo).
6. Una vez que sepamos que está completamente seco hay que guardar el guante de tal manera que sepamos que puede pasar así largos períodos de tiempo sin sufrir daños. El látex se pega a sí mismo, así que hay que proteger el pulgar que como suele ir plegado se adhiere a la palma. La mejor manera es recortando un papel que haga de barrera entre el látex de la palma y el látex del pulgar. Una vez colocado guardamos el guante en su funda de plástico o neceser que incorpora de fábrica y lo guardamos ahora sí en un lugar protegido de agentes externos, por ejemplo un armario o un cajón.
ESCUPIR A LAS PALMAS
Lógicamente tener las palmas húmedas durante un partido o un entrenamiento aumenta considerablemente el grip de la palma. Es como cuando queremos pasar la página de un periódico y no somos capaces pero mojándonos la yema del dedo la pasamos sin problema.
Si simplemente humedecemos la palma del guante con agua antes de salir al campo a los pocos minutos se habrá secado y el efecto vuelve a ser el mismo que si no hubiéramos hecho nada. Y si la encharcamos nos dura todo el partido... Pero los primeros minutos jugamos con un látex empapado, lo que disminuye de manera importante el agarre del balón.
Por tanto la solución más habitual (yo también lo he hecho) es escurpir a las palmas de los guantes cada poco tiempo para mantener las condiciones de humedad. Pero debemos tener en cuenta que la saliva contiene unas encimas que ayudan a hacer la digestión y a proteger el esmalte de los dientes pero que no ayudan para nada a alargar la vida del látex.
Para ello hay dos posibles soluciones:
- En SOLOPORTEROS hemos desarrollado un Spray Adherente, es un líquido sin ningún agente químico para no dañar el látex y más viscoso que el agua, para conseguir que tarde más tiempo en evaporarse y haga más contacto con el balón.
- En caso de no disponer de Spray Adherente, podemos optar por un clásico como es la botella de agua con la que ir humedeciendo a lo largo del partido o el entrenamiento la palma del guante.