Las nuevas zapatillas de fútbol sala Mizuno aterrizan en el mundo del 40x20. Un silo que en su día revolucionó totalmente en el mundo de las botas de fútbol, pero que por su poca repercusión e impacto mediático, no por todos es conocido. Como ya hemos dicho en múltiples ocasiones, Mizuno es una de esas marcas que enamora; por su calidad y buen hacer, una marca que no visten futbolistas de talla mundial, pero para todos los que la han probado, eso da igual, ya que la marca japonesa, es sinónimo de apuesta segura.
Cómo hemos dicho, el silo Rebula tiene su historia, y ahora empieza a escribir sus primeros párrafos en el mundo de las zapatillas de fútbol sala. Tras la primera generación de este silo, mucho futbolistas quedaron encantados con las prestaciones de esta, y tras mucho trabajo, han mejorado diferentes puntos para adaptarlos al fútbol sala, tenido como punto de riesgo, la eliminación total a lo largo de su upper.
Zapatillas de futsal Mizuno Rebula
Comenzamos hablando de su carcasa, y así como al contrario de lo que ocurre en las botas de fútbol Mizuno, fabricada en piel de canguro, en esta ocasión la marca de Osaka presenta su zapatilla en un mesh dividido en dos partes bastante notorias. La primera, aquella que podemos observar a lo largo de la puntera, con el mesh mucho más protegido y dispuesto a los típicos golpeos. El segundo, con el mencionado mesh, mucho más al descubierto ofreciendo mucha más transpiración y una ligera perdida de peso, en referencia a si fuese totalmente protegida.
No dejamos de hablar de su upper, pues como ocurre en la bota de fútbol, la marca japonesa vuelve a utilizar el CT FRAME, una tecnología bastante habitual en el silo. Estas son pequeños filos de foam que podemos ver por debajo del mesh. Además esta tecnología, evita que la zapatilla ceda y se deforme. Este CT FRAME, ayuda a darnos un toque más armado y una sensación de amortiguación al golpear el balón realmente fantástica.
Uno de los elementos que debo destacar es el conjunto de chasis/ajuste, ya que ahora no tenemos lengüeta como tal, sino que aparece en escena un neopreno que rodea todo nuestro pie, encargándose de darnos ese mayor ajuste que se reclamaba a la primera versión como vimos exactamente en la generación de Mizuno Rebula 2 v1. Por tanto, gracias al ajuste que nos da el nuevo mesh, además del rediseño del CT FRAME, se mantiene el fantástico toque y confort que nos da este silo, dándonos un poco más de armado a la vez que un mejor ajuste.
Pasamos a todo lo que rodea a la suela/mediasuela. En esta zapatilla de futbol sala, está realizada con una goma EVA premoldeada, que proporciona una gran amortiguación ante los impactos que se une a una suela realizada en caucho, seccionada con varias líneas de flexión transversales y presenta un diseño en forma de espiga, además de un eje de rotación que facilita los giros. Al ser una zapatilla de perfil medio, logramos una sensación de amortiguación excelente.
No hay más que echarle un vistazo a primera vista para reconocer el rendimiento de estas zapatillas, únicamente hay que ver a los grandes profesionales que les han dado uso en las altas esferas del fútbol sala y sin olvidar que viene de la mano de Mizuno. Muy probablemente nos la encontremos próximamente entre una de las mejores zapatillas de gama alta. Solo el tiempo lo dirá.