Aunque cada vez se ve con menos asiduidad, todavía recuerdo ver a mis compañeros de equipo jugando al fútbol sala con unas zapatillas de otro deporte. Una práctica muy poco recomendable si quieres mantenerte estable y seguro sobre la pista. Esta mala elección del calzado puede ocasionar problemas en articulaciones, lesiones y demás afecciones para el deportista. Además, el uso de una zapatilla no especializada en el deporte en cuestión puede conllevar un deterioro de la superficie de juego así como una rotura más rápida del calzado.
Antes de comprarnos el material deportivo primero debemos de analizar la superficie de juego. En el mundo del fútbol existen principalmente cuatro variantes de terreno y con ello sus tipos específicos de suela: suelas SG, FG o mixtas para hierba natural; suelas FG o AG para hierba artificial de 3ª generación; suelas AG y turf para hierba artificial de 1ª generación; y suela indoor para fútbol sala sobre parqué, taraflex o cemento pavimentado. Además de estas superficies podemos encontrar otras como la tierra, donde habría que usar una AG, o el cemento en pistas exteriores donde la mejor elección sería una zapatilla turf o indoor. A continuación nos centraremos en estas dos últimas para analizar a fondo su uso.
Cómo ya hemos mencionado antes, la suela idónea para jugar al fútbol sala en pabellón es la denominada indoor. Muchos aficionados de este deporte creen que por el mero hecho de llevar multitacos una suela turf tendrá un mejor grip con la pista, pero nada más lejos de la realidad. El uso de una suela de este tipo sobre una pista indoor sólo conseguirá que el jugador se escurra a menudo por la poca superficie de contacto que ofrecen esos mini tacos contra el pavimento. Lo ideal para este tipo de terreno es una suela lisa que se apoye en su totalidad sobre el piso.
Si pasamos a hablar de la suela turf, veremos que esta se suele presentar en un color oscuro y prácticamente llena en su totalidad por pequeños mini tacos de poco más de cinco milímetros de longitud. Este tipo de calzado debe usarse sobre moqueta, cemento o tierra seca, terrenos muy abrasivos donde la amortiguación es nula. Los tacos de una FG o AG en una superficie sintética no se suelen clavar, más bien se apoyan sobre la misma ocasionando dolor plantar por la presión que estos soportan. El uso de estos multitacos eliminará esa presión al repartir el impacto de la pisada en la totalidad de la suela. Por lo tanto, hay que evitar este tipo de bota en terrenos como el césped natural o el artificial de 3ª generación.
Pero, si dejamos de lado la suela, veremos que las zapatillas de turf y las de suela indoor presentan características muy similares. En ambos tipos de calzado, el segundo aspecto más importante sigue siendo la mediasuela. Esta zona es imprescindible para la salud del deportista, ya que, debido a la dureza del terreno, será esta la que se encargue de amortiguar todas las pisadas del jugador. Si pasamos a hablar de la carcasa veremos que los materiales de construcción suelen ser los mismos: piel natural, piel sintética, malla…
En definitiva, las suelas indoor son para superficies lisas como el parqué, y las zapatillas con turf se usan en terrenos algo más rugosos como la moqueta o la tierra. Desde Fútbol Emotion queremos destacar la importancia que tiene la elección de un calzado correcto para la actividad deportiva a realizar. Un uso incorrecto del calzado no sólo eliminará la garantía del fabricante, sino que puede causar problemas en articulaciones, esguinces y demás dolencias. Recuerda, antes de jugar, analiza el terreno y usa calzado específico para esa actividad.
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