El puesto de portero tradicionalmente se ha caracterizado por la continuidad, cuando se cambia el inquilino normalmente se convierte en un cambio de carácter permanente.
Pero las rotaciones cada vez están más asentadas en el fútbol profesional y el puesto de portero no es ajeno a estas rotaciones. Pepe Mel las está practicando en el Betis y, el mejor ejemplo, fue la gestión de la portería de Unai Emery en el Valencia CF la temporada 2011/2012 con D. Alves y Guaita. Por el contrario las porterías de los principales equipos tienen un titular muy definido y un aspirante al puesto.
Por eso esta semana nuestro debate se centra en la siguiente pregunta: ¿Son buenas las rotaciones entre porteros si el nivel es parecido?
EL PORTERO NECESITA CONTINUIDAD
Pedro Mayo
Las rotaciones son un descubrimiento de reciente implantación en el fútbol, un avance que mejora el rendimiento de los futbolistas, aumenta los períodos de recuperación en un calendario cada vez más saturado y fomenta la competencia… Pero no nos engañemos, aunque todos juguemos al fútbol los porteros practicamos un deporte completamente distinto a los jugadores de campo: necesitamos una preparación física distinta, un entrenamiento técnico/táctico distinto y, por tanto, los criterios competitivos también deben ser distintos.
Todos coincidimos que a día de hoy el 80-90% de rendimiento de un portero es el aspecto psicológico. Eso influye en decida en menos tiempo, con menos error y en ocasiones que estas decisiones sean más valientes.
¿Y cuál es la mejor forma de que un portero llegue a dar el 100% de su rendimiento psicológico? Sin duda a través de la continuidad. El portero se afianza, los compañeros entienden el juego de ese portero, se genera un clima de confianza y aceptación entre portero/equipo/público que permiten al portero rendir al máximo.
Si en algún momento y de manera continuada (no puntual) el portero no rinde al nivel esperado es el momento de cambiar… Y darle continuidad a ese cambio.
¿Quizás se puedan justificar las rotaciones para tener a los dos porteros contentos? Creo que tampoco. Si ambos rotan en base a algún criterio, sea el que sea, los dos encaran el partido con aspiraciones de jugar y se produce un efecto contrario:
- El que no juega se lleva una decepción en el momento de conocer la decisión.
- El que juega empieza en ese momento a prepararse mentalmente par a el partido, tarde en muchas ocasiones. Porque no nos engañemos, si dudas si jugarás o no esa duda ocupa tu pensamiento.
Por el contrario si los roles están definidos el que juega está ocupado al 100% en el partido y el que no juega sabe que debe estar preparado porque cuando entre, si está fino, tendrá continuidad.
Las únicas rotaciones en la portería que defiendo, además de las provocadas por bajo rendimiento, son las que se producen en alguna competición concreta (competición europea o Copa de SM El Rey). Pero cada portero debe tener claro su rol en cada competición, esa base a eso dará su máximo rendimiento.
DEBEN EXISTIR LAS ROTACIONES EN LA PORTERÍA
Miguel Ángel Benedí
Todos los años a mediados de temporada, cuando empiezan los partidos de Liga, Copa del Rey y competiciones europeas, entre los aficionados sale a debate el tema de las rotaciones. Para un entrenador nace la necesidad de dejar a jugadores en el banquillo para descansar y lo más importante para dar la posibilidad a otros compañeros a que compitan al máximo nivel.
En muchas ocasiones, las rotaciones se ven desde fuera como una acción para no sobrecargar de partidos a los jugadores clave de un equipo, pero lo realmente importante para el entrenador es mantener un equilibrio y motivación en sus jugadores. No podemos olvidar que un equipo está formado por 22 jugadores y que los no habituales deben jugar más o menos partidos, pero son fundamentales a lo largo de la competición.
La cuestión es la siguiente, ¿por qué se ha asumido que en la portería siempre existe un portero titular y un portero suplente? ¿Por qué es el único jugador que no rota? Si dejamos de lado el aspecto físico en comparación con los jugadores, es vital que todo el banquillo tenga su oportunidad y no termino de entender por qué a día de hoy el rol de un portero suplente es el de entrenar día a día como un profesional para después no jugar ningún partido de liga.
Entrenadores como Pep Guardiola tomaron la decisión de utilizar el portero “suplente” para jugar los partidos de Copa del Rey, y no le tembló el pulso cuando llego a la final de dicha competición. Iker Casillas el año de su debut se disputó el puesto con Bizarri e Illgner. Esta temporada en el Betis todavía no existe un fijo en la portería y esto provoca en los porteros cada semana se esfuercen más y mejoren su nivel para sobrepasar a su rival.
En mi opinión el fútbol no es un partido de 11 contra 11 se necesitan más jugadores para conseguir realizar una buena campaña y me niego a que la portería sea un puesto sin rotaciones, sin rivalidad y sin oportunidades para todos.