Hola a todos,
Hoy dedicaré este post a comentaros como trabajo con mis porteros, tanto con niños como adolescentes y adultos. Más allá de definiciones y aspectos teóricos, lo que tenemos que pensar es que estamos ante un proceso multidireccional, donde las relaciones entre quien supuestamente enseña y quien supuestamente aprende, tienen que ser frecuentes y en ambas direcciones.
El término de confianza es fundamental igualmente en ambas direcciones, el portero debe confiar en su entrenador y el entrenador en su portero. Si no existe esto, será complicado, por no decir imposible, y dificilmente cumplir los objetivos. Con esto, existirá un continuo feedback y se podrán conseguir los éxitos con mayor facilidad, tanto para el entrenador como para los porteros.
Un ejemplo que sigo y creo que puede ser una de las mejores relaciones entre porteros y entrenador es la Marcos Abad con Manu Herrera y Diego Rivas (CF Elche 1º división). Seguro que existen muchas más que no conozco, pero lo que está claro, es que donde exista esta situación, está el éxito.
Cuando se corrige un error, conviene analizarlo conjuntamente procurando que sea el portero quien haga la reflexión de lo realizado y presente las alternativas correctas para resolver con éxito la acción. De esta manera, no se vivirá como una recriminación, si no como una ayuda. Los gritos y las broncas no son buenas consejeras, y menos en público, así que evitar estas circunstancias.
En la formación de deportistas, la información no verbal es muy importante, desde el simple hecho que la presencia del entrenador sea la correcta. Esto es, un entrenador con las botas sucias, mal vestido, con un aspecto lejano a lo esperado, pierde capacidad hacia en grupo. Igualmente, conductas no adecuadas como un tono de voz exaltado en momentos determinados, bajar la cabeza o mirar a los lados, usar el móvil durante los entrenamientos, hablar con la voz entrecortada o muy rápido,… son aspectos que no se recomiendan, ya que cualquier indicio de nerviosismo, inseguridad, enfado desmedido,… deriva en una credibilidad nula.
Hay que intentar entrenar con un tono de voz firme y estable, mirada segura hacia todo el grupo, gestos con las manos pausados y acompasados a la voz, en una distancia media o cercana, en definitiva, transmitiendo confianza, seguridad y credibilidad.
En cada entrenamiento, reforzar las acciones positivas, siempre animando e incrementando la motivación, para así poder incrementar el esfuerzo y sacrificio.
Busco la sana competencia entre porteros, no con objetivos entre porteros sino en conjunto, sobre todo en los más pequeños, ya que los adolescentes y adultos, suelen hacerlo de forma voluntaria.
Una frase como: "en este ejercicio no se puede caer el balón, prestar máxima atención y realizar buenos blocajes", es un objetivo común por el que todos tienen que esforzarse y suele funcionar, activan la concentración y trabajan por cumplir el objetivo.
Espero que os sirva este post,
Un saludo