La sesión de trabajo debe estar perfectamente planificada para conseguir el objetivo por el que se realiza. Para ello, os recomiendo seguir un pequeño esquema o protocolo de trabajo, con el que asegurar el éxito de la sesión.
Toda sesión de entrenamiento, es aconsejable que se divida en tres fases:
Fase previa: es el momento previo al comienzo del entrenamiento; cambiarnos de ropa, preparar el material que hemos decidido utilizar, hablar con el entrenador o personal del club…
Fase principal: Momento en el que entramos en contacto con los porteros; por tanto, todo lo demás debe quedar ajeno a nuestra atención. No está bien comenzar la sesión y continuar hablando con cualquier persona, ni siquiera con uno de los porteros que quiera comentar algún tema.
Comenzaremos explicando el trabajo que vamos a realizar y el porqué, eso es importante, de esta manera, cada portero se aplicara de la mejor manera posible, siempre sabiendo el objetivo del trabajo.
Una vez explicada la sesión, se comenzará con un calentamiento, que deberá ir orientado a la sesión concreta y debe ser lo más atractivo posible. Se deben ir introduciendo los diferentes ejercicios con el mayor dinamismo posible, sin parones ni largas explicaciones realizando las correcciones durante el ejercicio.
Es muy importante, mantener una buena gestión del tiempo, tanto si trabajamos por repeticiones o por tiempo estimado.
Fase de vuelta a la calma: es un buen momento para introducir un poco de trabajo físico en forma de abdominales, lumbares y flexiones (a partir de categoría cadete). Seguiremos con los estiramientos mientras recordamos brevemente el trabajo y los contenidos trabajados.
Bibliografía: SP Goalkeeper Coach, Planificación técnica por Sergio García Castiñeiras
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