Tu debut en primera división llega el 24 de enero de 1996 en el José Zorrilla en Valladolid de la mano del ilustre Luis Aragonés. ¿Cómo recuerdas aquel día?
Bueno, recuerdo que estábamos a punto de salir a calentar cuando Luis Aragonés se acercó a mi y me dijo que Zubizarreta no se encontraba en condiciones e iba a salir yo. Así lo hice y cual fue mi sorpresa cuando me vi calentando con el propio Luis Aragonés, ya que aun no se estilaba que viajara el entrenador de porteros. Además Zubi me dio ánimos antes de salir y me dijo que estuviera tranquilo, que estaba preparado para hacerlo bien. Y así fue, porque fue un debut soñado; ganamos 2-5 y jugué un partido redondo, fui destacado por la prensa nacional (y tuve mi primer 3 en el marca).
También recuerdo que destituyeron al entrenador del Valladolid, un tal Rafael Benítez, al cual tuve como entrenador después en el Tenerife y con el que conseguimos el ascenso a primera división.
La verdad es que desde el primer momento me encontré fenomenal y tanto el entrenador como los compañeros me felicitaron. En aquel Valladolid jugaba César Sánchez, el cual también me felicitó y con el cual me cambié la camiseta (no la que jugué sino otra).
Luego viviste desde dentro dos de los momentos más bonitos y más tristes a la vez de la historia del Valencia como son las dos finales de Champions consecutivas. ¿Cómo se vivieron en la ciudad esas dos temporadas?
Pues imaginaos... En la primera fuimos pasando rondas, primero la fase de grupos y después sucesivamente octavos y cuartos contra Lazio e Inter, y en semifinales contra el Barça, todas ellas con amplias goleadas. Formamos un grupo con el que se mezclaba juventud con veteranía y disfrutábamos jugando sin ningún tipo de presión. Así que llegábamos como favoritos a Saint Denis contra el Madrid. No se lo que pasó, pero la verdad es que perdimos 3 a 0 y nos dieron un repaso. Los aficionados me llegaron a preguntar si nos habíamos dejado perder.
La final de Milán fue diferente, hicimos lo más dificil: repetir final, pero luego la suerte de los penaltis decidió que no nos tocaba ganar.
La verdad es que la ciudad enloqueció y demostró las ganas que tenía de conseguir la Champions, pero ante las derrotas demostró un señorío y saber estar impropio de una afición tan joven en disputas de títulos de Champions.
Durante tu estancia en el Valencia has compartido portería con dos de los porteros más importantes de la historia de este país como son Zubizarreta y Cañizares. ¿Cómo es ser compañero de portería de estos dos grandes?
Mira ante todo eran muy parecidos y a la vez muy diferentes, me explico: muy parecidos porque eran líderes dentro del vestuario y muy respetados, además porteros de la selección española y con una personalidad dentro del terreno de juego que les hacía especiales, muy queridos y a la vez odiados por todas las aficiones de España. A la vez muy diferentes, mientras Zubi llegó con 34 años al Valencia, Cañete llegó con 27 y eso significa que mientras Andoni tenía el respeto de todo el mundo, Cañete se lo tuvo que ganar.
Otra característica común en ellos era su profesionalidad tanto en el día a día como en los partidos, concentraciones, viajes, vida personal..., de ahí su longevidad. Recuerdo mi primera concentración con Andoni en la habitación, imaginaos durmiendo a mi lado nada más y nada menos que el portero de la selección con más de 100 internacionalidades, lo reconozco estaba bastante cohibido, pero enseguida Andoni me llamó por mi nombre, me preguntó por mi temporada en el filial (jugamos para ascender a 2ª división y se nos escapó en el último partido), me habló de su familia... es decir, me demostró tanta naturalidad que enseguida congeniamos, y hasta hoy en día que hablamos de vez en cuando por teléfono.
A partir de ese día no paré de fijarme no solo a nivel deportivo, sino también a nivel de equipo, de grupo y al llamado entrenamiento invisible. Cada día con él era como un mes con cualquier otro. Además tengo una gran anécdota con él ya que el lunes posterior a mi debut debido a su lesión me llevó una camiseta dedicada de la selección española destacando mi afortunado debut en 1ª división. Me demostró que además de un gran portero era todavía mejor persona. También he de destacar que nunca había visto a un portero con unas condiciones tan normales, sacarle tanto rendimiento a su posicionamiento, experiencia y personalidad dentro del campo. Fue el auténtico precursor de los posteriores títulos del Valencia C.F. ya que nos mostró el camino y las entrañas de los entresijos más recónditos que rodean al fútbol.
Por otra parte, ¿qué voy a contar de Cañete? Todo un personaje que supo crecer a la par que el equipo. Personalidad, disciplina, trabajo, saber estar..., son muchos los calificativos que podía seguir comentando. Pero sobre todo a nivel deportivo intuición, blocaje, 1x1, el péndulo a la hora de levantarme y sobre todo a dominar el tempo del partido. También me enseñó que los porteros en ocasiones tenemos que ser más egoístas.
Compañero de otros grandes porteros como Palop, Molina, Aragoneses, Campagnuolo... ¿Qué es lo que más destacas de cada uno de ellos? Sin querer ponerte en un compromiso, ¿con cuál te quedas?
Palop: Personalidad
Molina: Pionero del portero moderno y su personalidad
Aragoneses: Potencia Física
Campagnuolo: Físico
Me quedaría con el compañerismo y la amistad de Palop y con Molina porque marcó un antes y un después en la figura del portero moderno.
Seis temporadas en la primera plantilla del club ché y precisamente competir con dos de los mejores porteros del fútbol español te llevó a ser "catalogado" como el eterno suplente del Valencia. ¿Te molesta o te halaga este calificativo?
En absoluto me molesta. Tenía una ilusión, tenía un sueño y lo cumplí jugando en 1ª división con el equipo de mi ciudad y me siento un privilegiado por haberlo cumplido. ¿Cuánta gente no puede cumplirlo? Tuve ofertas para marcharme antes pero las rechacé porque era mi sueño. Tampoco me halaga, pero valoro el poder haber tenido como compañeros a dos monstruos como Zubi y Cañete y de haber aprendido y aprovechado todas sus enseñanzas.
Terminaste tu carrera en Quintanar del Rey en tercera división. ¿Cómo viviste el contraste de estar presente en dos finales de Champions League a jugar en tercera división?
Me lo planteé como un reto personal. Intenté comportarme como uno más de ellos, me instalé en el pueblo y no en Albacete e intenté aportar toda mi experiencia profesional y personal. Creo que no salió mal porque nos lo jugamos todo en el último partido del playoff contra el Granada en Los Cármenes ante 20.000 personas. Al final no subimos ni ellos ni nosotros, pero debí hacerlo bien porque el Granada me ofreció una cantidad mareante, que por causas familiares no pude aceptar.
Vamos a hablar de una figura que te toca muy de cerca como es la del entrenador de porteros. ¿Cómo era esa figura durante tu estancia al más alto nivel?
Fue en año 1995 en mi primer año en el primer equipo cuando tuve a mi primer entrenador de porteros: Ángel Abelardo, mítico portero de los años 70 y de la selección española. La manera de trabajar era muy analítica con muchas repeticiones. Hoy en día me doy cuenta de las barbaridades que se hacían, pero como éramos tan jóvenes..., y de lo que ha evolucionado la metodología y el trabajo del portero. Posteriormente tuve con Ranieri a Pellizaro, con él me di cuenta de que los italianos nos llevaban unos cuantos años de ventaja respecto al entrenamiento de porteros. Más adelante con Cúper tuve a Basigalup, otro estilo el argentino diferente y más físico. En Tenerife tuve a un portugués que fue mezcla de los dos anteriores.
Yo creo que ha habido una gran evolución. Hace 20 años estábamos atrasados con respecto a los italianos, pero ha habido una evolución muy grande y evidente que nos ha permitido a España ser un país referente en Europa y en el mundo. La prueba más evidente es la de españoles que trabajan fuera de nuestro país.
Entrenas a los porteros en las categorías inferiores del Valencia desde hace muchos años. ¿Qué aspectos consideras más importantes a la hora de trabajar con un portero?
Es evidente que la figura del portero ha tenido un gran evolución. Hemos pasado de un portero reactivo a un portero evitador, es decir, de un portero de portería a otro moderno de dominio del área. Hoy en día se le da mucha importancia al juego con los pies, pero yo considero dos aspectos muy importantes como el blocaje y el juego aéreo que habría que darles más importancia y que considero imprescindibles para el prototipo de portero moderno que me gusta.
¿A qué le das más importancia a la hora de trabajar con un portero, a sus capacidades físicas o mentales?
Para mi es una mezcla de las dos. Si hablamos de porcentajes sería 70% mentales y 30% físicas.
Tenemos el orgullo de contar contigo en Futbol Emotion como coordinador de nuestra escuela de porteros en Valencia, además de ser asiduo a nuestros campus y clinics. ¿Podemos decir que la formación de jóvenes porteros te tiene enganchado?
Es algo vocacional. Después de mi carrera profesional es un reto y un desafío el poder transmitir todas mis experiencias a los chavales para que disfruten y algún día puedan alcanzar su sueño.
¿Por qué y a quién recomendarías cada evento en los que has participado con nosotros?
Porque es algo único vivir la experiencia Futbol Emotion, porque fuimos pioneros en la ayuda y en la especialización del portero y porque además de aprender a ser portero ayudamos a ser personas y a adquirir una serie de valores imprescindibles para la vida como son: esfuerzo, disciplina, compañerismo, saber ganar, saber perder... Se lo recomendaría a todo aquel que ame ser portero y quiera disfrutar de una experiencia inolvidable junto a compañeros que buscan lo mismo: ser mejores porteros, pero sobre todo mejores personas.
Es espectacular la evolución y la mejora de los chicos y chicas, gracias a la ilusión y a las ganas que tienen por aprender.
Tus inicios fueron desde abajo y poco a poco te hiciste con un hueco en el fútbol profesional. ¿Qué consejo le darías a todos los chicos que empiezan igual que tu desde abajo y sueñan con llegar al primer equipo de su ciudad?
Todos tenemos sueños y para que puedan hacerse realidad necesitamos creer en ellos. Mi sueño era jugar en 1ª división con el Valencia y yo creí en ello. Pero no solo vale con creer, detrás de todo hay un trabajo, un esfuerzo, una ilusión y también la fortuna necesaria para poder alcanzar tu sueño.
Para terminar, dime el primer portero que se te venga a la cabeza en cada uno de los siguientes aspectos:
- Agilidad: Casillas y Keylor Navas
- Blocaje: Cañizares e Illgner
- Juego Aéreo: Courtois
- Uno contra uno: Cañizares y César
- Juego de pies: Ter Stegen
- Colocación: Oblak
- Liderazgo: Neuer
Ha sido un auténtico placer esta charla con un jornalero del fútbol y de la portería en especial. Muchas gracias y ¡hasta la próxima!
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