Debemos de saber que tan importante es la fase de “llenado” de nuestros depósitos durante la semana, como la alimentación en la fase post-partido, donde nuestra misión es facilitar al organismo los nutrientes adecuados para reponer aquellas estructuras dañadas y/o fatigadas tras es la competición. Para ello debemos de valorar cual ha sido nuestro nivel de esfuerzo y desgaste de nuestras estructuras internas, y en base a este, adecuar nuestra alimentación durante las 24 horas posteriores al partido.
Se aconseja hidratar al organismo para restituir el líquido perdido con los minerales adecuados y hacer una ingesta hiperglúcida (rica en hidratos de carbono) tras la competición. Cada persona tiene unas necesidades tras el esfuerzo y sabemos que hay a quién el deporte le da ganas de alimentarse o todo lo contrario, por ello es aconsejable que sepáis que dichos hidratos de carbono pueden ser ingeridos mediante alimentos líquidos o sólidos.
Nuestro organismo tras un esfuerzo produce acidosis y toxinas como ácido láctico, urea, ácido úrico y amoniaco, que debemos de neutralizar al finalizar el mismo con alimentos y bebidas alcalinas.
En la primera de las comidas principales tras el partido, bien sea comida o cena, se aconseja mantener el factor de comida hiperglúcida y además acompañarla de verduras y frutas que aporten al organismo fibra, vitaminas y minerales. Un ejemplo podría ser:
- Ensalada de lechuga con tomate, huevo duro, frutos secos y piña.
- Ración de pasta con aceite de oliva y orégano.
- Una porción de pan.
- Una pieza de fruta.
Como dato curioso, todos hemos visto en la sección de “Deportes” de los telediarios nacionales, las cajas de pizza en los vestuarios al finalizar un partido. No cabe duda de que si están es porque se las han comido, y es cierto que tiene un elevado contenido de hidratos de carbono, pero es sabido que es algo excepcional y que no es lo más recomendado.